La astucia criminal ha encontrado un freno. Los Mossos d’Esquadra han arrestado a dos jóvenes el pasado 28 de noviembre por una serie de robos calculados en 50.000 euros. Disfrazados de operarios o comerciales de servicios, engañaron principalmente a ancianos, utilizando violencia si eran descubiertos. La policía catalana reveló que los detenidos, de 25 y 26 años, cometieron al menos 14 robos siguiendo un modus operandi que involucraba el robo de tarjetas SIM y de crédito para hacer compras fraudulentas.
Los hechos se destaparon tras una denuncia en agosto, cuando una mujer reportó una pérdida de 17.000 euros debido a estos actos. Los sospechosos, que atacaron en Sants-Montjuïc, Nou Barris y Sant Andreu, entraban en los hogares con la promesa de descuentos en facturas para sustraer datos bancarios.
Las autoridades, tras una operación en Gavà y Castelldefels, recuperaron tarjetas y libretas bancarias de las víctimas. Los detenidos enfrentan cargos de estafa, hurto y robo con violencia. La comunidad respira aliviada mientras la justicia sigue su curso.
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