Este martes, Barcelona ha despedido a Josep Maria Puig Planas, una figura emblemática del empresariado español, a la edad de 92 años. Puig Planas, miembro de la segunda generación de la familia fundadora del grupo de perfumería Puig, y tío de Marc Puig Guasch, el actual presidente, ha dejado un legado imborrable en el mundo empresarial.
Casado con Rosa Alsina y padre de cuatro hijos, Puig Planas fue un visionario que lideró importantes empresas y asociaciones. Entre sus roles más destacados se encuentran su presidencia en Flamagás, desde su fundación en 1959 hasta 2002, y en Monturas, de 1959 a 1992. También presidió la Asociación Europea de Fabricantes de Encendedores y la Asociación Española de Aerosoles, además de ejercer como consejero en Puig y en el fabricante de productos dermatológicos Isdin. Su contribución extendió también al ámbito académico, como licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona en 1953, y al Círculo de Economía, donde participó activamente durante años.
La familia Puig, con Josep Maria como uno de sus pilares, ha sido fundamental en el desarrollo y expansión del grupo Puig, una multinacional que se originó con la fundación de Antonio Puig SA en 1914. La gestión familiar se ha transmitido a través de las generaciones, estando hoy en manos de los 14 primos Puig, representantes de la tercera generación. La estructura actual de propiedad refleja el legado y la visión de sus fundadores, con las cuatro ramas familiares controlando participaciones similares a través de sus respectivas sociedades patrimoniales.
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